El jardín de la memoria

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Hay un lugar en nuestra mente, un espacio desconocido y misterioso, donde viven momentos, recuerdos, vivencias, imágenes, pero, sobre todo, emociones y silencios.

Hay un lugar en nuestra mente, un espacio desconocido y misterioso, pero es tan poderoso e intenso que sin darnos cuenta lo vivimos evocando.

Allí viven momentos, recuerdos, vivencias, imágenes, pero, sobre todo, emociones y silencios.

Si miramos un poquito más nos damos cuenta de que no es una propiedad privada nuestra, sino que es un espacio compartido con otros.

Me gusta llamarlo “el jardín de la memoria” porque de allí florecen situaciones que vivimos, recreamos y nos tocan transitar una y otra vez en un juego kármico de repetición, sin que logremos distinguirlo.

No es sencillo acceder a él.

Al igual que un jardín secreto cuesta tiempo y dedicación encontrar la entrada.

Desde mi experiencia personal puedo afirmar que me llevó años de terapias convencionales y alternativas, pero fue el estudio profundo de mi ser y naturaleza lo que me llevó a encontrar la puerta de ingreso.

La llave de acceso me la dio el conocimiento de la terapia transgeneracional.

En el momento que pude acceder a él no lo vi como un jardín, más bien era un bosque oscuro y casi impenetrable con ramas espinosas.

De a poco comencé a observar que lo habitaban posicionamientos, dogmas, lealtades, duelos no elaborados, palabras no dichas, mitos y secretos familiares, traumas, pactos, lealtades, etc.

De a poco fui llevando a cabo el trabajo de “desmalezamiento”, y me daba cuenta de que con cada paso que daba, cada velo que corría, cada situación de dolor que atravesaba – que no siempre era mía sino muchas veces heredada-, un rayo de luz iluminaba el lugar mostrando un bello jardín luminoso, amoroso, en donde se respira paz y tranquilidad.

Así mi bello jardín de la memoria fue ganando espacio.

Y si bien queda mucho por trabajar, y el proceso es doloroso y cansador, el estado de paz al que se accede con cada liberación vale la pena todo el esfuerzo.

Te invito a encontrar este jardín, a liberarlo, con tus tiempos y necesidades.

Esto no es una carrera, es un camino personal de liberación que te lleva a encontrar un estado paz y amor incondicional.

Estamos aquí para guiarte.

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